Se estima que el número de mujerxs en situación de sinhogarismo es tres veces y media mayor que el que reflejan los datos. Las donxs son una de las poblaciones con mayor riesgo de encontrarse en esta situación y, en muchos casos, enfrentan una inimaginable (re)traumatización.
La violencia de género, el hecho de que las mujeres siguen asumiendo mayoritariamente el rol de cuidadoras, y otras desigualdades sociales provocan que, por ejemplo, el sinhogarismo tenga características diferenciadas entre hombres y mujeres que no han sido suficientemente estudiadas. En los recuentos de personas sin hogar en Cataluña, se sigue ignorando a aquellas mujeres que se alojan en recursos de emergencia o acogida de la Xarxa d’Atenció i Recuperació Integral a les Dones que Pateixen Violència Masclista. En los datos del informe de la Fundació Arrels de diciembre de 2023, se detecta que: el 87 % de las personas que duermen en la calle son hombres, el 10 % mujeres cis, el 1,3 % mujeres trans y aproximadamente el 1,3 % se identifica con otras identidades de género. A estos porcentajes hay que sumar todas aquellas mujerxs que no abandonan el hogar familiar o viven en una vivienda inadecuada por miedo a encontrarse en situación de calle. Existe un enorme desgaste psicológico y físico, difícil de revertir. Además, vivir en la calle conlleva muchos riesgos para las mujeres que lo hacen, ya que están más expuestas a la violencia machista y a los abusos sexuales.
De las mujerxs que duermen en la calle, solo el 31 % tiene ingresos, pero no puede cubrir sus necesidades básicas. El 32 % no tiene a nadie de confianza con quien contar. Solo el 33 % ha nacido en Barcelona y/o en otros municipios de Cataluña. Quedarse sin trabajo, problemas familiares y haber migrado son los principales motivos por los que han perdido la vivienda. Y tres de cada diez tienen alguna enfermedad crónica en el hígado, los riñones, el corazón, el estómago o los pulmones. El sinhogarismo tiene un alto coste para la salud física y emocional de las mujerxs, así como en sus expectativas de bienestar, especialmente para aquellas personas con trastornos de salud mental. Podemos afirmar que uno de los colectivos más olvidados es el de las mujeres sin hogar, supervivientes de violencias y de múltiples situaciones de vulnerabilidad, con problemas relacionados con el consumo de drogas.
Metzineres es uno de los pocos espacios existentes dirigidos a mujerxs y personas de género no binario que sobreviven múltiples situaciones de vulnerabilidad y violencias, que usan drogas y que se encuentran en situación de sinhogarismo, ya sea de forma temporal o continuada en el tiempo.
Con abordajes holísticos e individualizados adecuados a las particularidades de cada una, desplegamos distintos entornos de refugio ofreciendo propuestas flexibles, de entrada directa e inmediata, según las expectativas, inquietudes, curiosidades, intereses y necesidades de las mujerxs que se acercan. De este modo, se ofrecen propuestas holísticas e individualizadas que favorecen el bienestar físico, emocional y mental de cada una.
Nuestro local social atiende a cerca de 600 participantes, con una media de 50 visitas diarias. Más del 50 % de estas personas están sin hogar, lo que pone de relieve la necesidad crítica de un espacio que ofrezca descanso diurno con camas, comidas, duchas, lavandería, atención sociosanitaria, ordenadores, taquillas, distintos tipos de talleres comunitarios, formaciones y un espacio de ocio para reunirse entre iguales. Así se garantizan las necesidades básicas, lo cual constituye un primer paso esencial para abordar otros factores de vulnerabilidad, necesidades e inquietudes.
Ofrecemos acompañamiento transdisciplinar, con una atención holística e individualizada. Esto incluye herramientas de autocuidado, acompañamientos profesionales en reducción de daños, prevención, seguimiento de tratamientos y cuidados, apoyo socioeducativo, así como apoyo legal y psicológico continuo. Nuestro trabajo se coordina con redes especializadas y derivamos a las participantes a otros servicios complementarios, según el proceso específico de cada mujxr. Asimismo, realizamos trabajo de calle semanal para llegar y dar apoyo a mujerxs que, por diversas circunstancias —como cargar con bolsas y objetos—, no visitan Metzineres ni otros recursos locales. También llevamos a cabo actividades de sensibilización comunitaria con agentes claves del barrio, la red vecinal y el tejido cooperativo, donde se alimentan sentimientos de pertenencia y colaboración que mejoran la convivencia y nos nutren de solidaridad y apoyo mutuo.
El trabajo comunitario de calle que realizamos nos permite llegar a este colectivo, llevar a cabo acompañamientos holísticos y ofrecer la atención sociosanitaria necesaria para proporcionar información clara, accesible y ajustada a las necesidades particulares de cada una, coordinar derivaciones y asesoramientos que precisen todas aquellas mujerxs que, por distintos motivos, no se acercan a los diferentes servicios disponibles por parte de la administración, así como visibilizarlas y generar sensibilización. Hasta la fecha (agosto de 2024), 245 mujerxs en situación de sin hogar o sin techo han recibido acompañamientos transdisciplinares por parte de Metzineres.
Para llevar a cabo este proyecto, contamos con el apoyo del Departamento de Derechos Sociales e Inclusión de la Generalitat de Catalunya.