Las mujeres y personas de género no binario que usamos drogas sobrevivimos a múltiples situaciones de vulnerabilidad y a una amplia gama de violencias. El estigma impulsado por los estados, la criminalización y la corrupción provocan daños sustanciales en materia de salud, seguridad y actúan como barreras entre quienes usamos drogas y los servicios de reducción de daños de espectro completo y de atención en la violencia de género, encontrándonos con barreras y vacíos institucionales que vulneran sistemáticamente nuestros derechos.
Según datos recogidos a nivel mundial, las mujeres que usamos drogas experimentamos cerca de 25 veces más violencia de género que otras mujeres. Esta violencia incluye, entre otras, asesinatos extrajudiciales, pena de muerte, esterilización y abortos forzados y coercitivos, violación, acoso sexual, pérdida de la custodia infantil, encarcelamiento por posesión o uso personal de drogas y penalización por uso de drogas durante el embarazo, junto con otros tipos de violaciones, estigma y discriminaciones de género.
Es de vital importancia dar cuenta de estas realidades y del impacto de las políticas y prácticas que inciden en la cotidianidad, así como de las propias actuaciones de Metzineres. Para ello, generamos, y damos seguimiento a indicadores diariamente, a partir de elementos significativos para las mujerxs, parte imprescindible del diseño, implementación, monitorización y evaluación de todos los proyectos y prácticas que realizamos y que condicionan sus recorridos vitales.
La responsabilidad de originar información genuina, cuidadosa y actualizada, desde nuestro modelo de abordaje holístico, nos hace dotar de instrumentos de investigación no intrusivos, respetuosos de intimidad, confidencialidad y anonimato. Aplicarlos como proceso rutinario, más que de manera finalista, permite conocer disponibilidad, cobertura, calidad y relevancia de las intervenciones, haciendo una revisión rigurosa y permitiendo tomar decisiones pragmáticas para reconfigurar constantemente Metzineres a coyunturas y poblaciones en las que se quiere repercutir.
Disminuir el prejuicio, estigma y discriminación, perseverando hacer efectivos los derechos pasa por desarrollar prácticas, herramientas de acción, y de investigación que reconozcan la interseccionalidad, aportando datos reales, veraces y actualizados sobre estas realidades complejas y cambiantes, así como de las políticas y actuaciones, exitosas o no, que las encaran.
Es por ello que, cada año, presentamos nuestro balance anual donde podrais conocer al detalle cuál es la situación de las mujerxs usuarias de drogas que acuden a Metzineres, como así también el camino recorrido para poder construir un mundo donde las causas estructurales de exclusión sean eliminadas y que todas tengamos derechos a una vida plena, digna y libre de violencias, independientemente de la raza, la clase, la condición migratoria, la situación laboral o las elecciones en relación al consumo de sustancias.
Para mayor información, podéis descargar nuestro informe aquí
